Adaptación a los probióticos
En ocasiones será preciso un periodo de adaptación a los probióticos, pues cuando la persona tiene una flora intestinal muy desequilibrada, las nuevas bacterias probióticas que entran en el organismo tienen que realizar una auténtica tarea de desintoxicación, expulsando a las bacterias patógenas que han ocupado el terreno antes sano. Esto puede hacer que se vaya al baño con más frecuencia, o que se tengan unas heces más líquida o más gases durante un tiempo. Pero si somos constantes en el tratamiento y vamos mejorando también la dieta, hallaremos el equilibrio deseado.
Algunas personas con alergia a la histamina no toleran bien los probióticos con lactobacilos, teniendo que optar por fórmulas exclusivas de bifido bacterias. Esto les puede suceder también a aquellos que tienen un desequilibrio por exceso de bacterias en el intestino delgado.