Producción de energía
Tanto el exceso de trabajo como el estrés o la práctica de deporte a un alto nivel, pueden agotar o estresar el cuerpo, debilitando el sistema inmune, volviendo al cuerpo más vulnerable a la inflamación o a la infección.
En este sentido, la toma de probióticos, como se ha explicado en el apartado de los probióticos y el sistema inmune, reduce la incidencia de inflamaciones y enfermedades, lo cual ejerce lógicamente un influjo directo en el rendimiento deportivo.
Por otra parte, la energía que el cuerpo necesita para trabajar proviene principalmente de los alimentos. Por ello, todo lo que favorezca la eficiencia del sistema digestivo va a mejorar también la habilidad de suministrar energía al cuerpo, lo cual es especialmente importante para los deportistas. Esto puede comprobarse en algo tan sencillo y cotidiano como el cansancio que nos produce una digestión pesada, que más que aportarnos energía nos la sustrae. Y los probióticos tienen una gran capacidad de fortalecer el sistema digestivo, tanto en el aporte de enzimas que ayudan a partir los nutrientes, como en la regeneración de la flora del intestino delgado -que mejora la absorción de los nutrientes-; y en la repoblación de la flora del colon, que ayuda en gran manera a la eliminación de toxinas.
Además, los probióticos producen de modo natural todas las vitaminas del grupo B y la vitamina A y K. Y favorecen la absorción del hierro, cobre, zinc, magnesio, manganeso y potasio, nutrientes todos ellos importantes para la producción de energía.
Si se toman los probióticos en leches animales o vegetales fermentadas –en forma de yogur o kéfir-, la cantidad y calidad de nutrientes que estos alimentos aportan son también muy beneficiosos para los deportistas.
Por otra parte, algunos problemas gastrointestinales causan un descenso notable en la producción de energía. Tal sería el caso de la enfermedad de Cronh, el intestino permeable, el síndrome de intestino irritable, la colitis, etc. Los probióticos, como así lo corroboran numerosos estudios científicos, tienen la capacidad de mejorar muchas de estas enfermedades, con el consiguiente aporte de energía, una vez que se atenúen los síntomas de las mismas.