Otras Recetas
Además del modo tradicional de tomarse, el yogur puede emplearse también con otros ingredientes en distintas recetas:
- Como salsa de ensaladas.
- Para hacer batidos, mezclados con fruta y leche o bebidas vegetales.
- Como helado casero, batiéndolo con fruta -sin añadir más leche ni bebidas vegetales- y colocándolo en el congelador.
- Para marinar carnes, ablandándolas y dándoles sabor.
- En la masa de los bizcochos.
YOGUR GRIEGO ORIGINAL, SIN NATA AÑADIDA
Si prestamos atención a los ingredientes de cualquier yogur griego comercial, observamos que todos contienen nata y quizá algunos espesantes más, como proteínas lácteas, leche en polvo, etc. Sin embargo, en Grecia, Turquía, Bulgaria, Rusia y otros países donde se consume profusamente este yogur, no se emplea ninguno de estos aditivos ni se añade materia grasa alguna. La triste realidad es que el yogur griego, tal como se vende en los supermercados, constituye un invento comercial, que no es más que el yogur natural de siempre con grasa de leche y proteínas añadidas, que se vuelve así más cremoso, pero también más indigesto e insano.
El verdadero yogur que se toma en Europa Oriental es el yogur colado sin más. Ni siquiera en Grecia lo llaman yogur griego, sino yogur colado. Se trata de un yogur con una cepa de la bacteria L. Bulgaricus distinta a la que se emplea en occidente para hacer el yogur natural o el falso griego. Esta cepa produce un yogur ligeramente más ácido que el occidental, más denso y con menos viscosidad, de modo que se puede separar más fácilmente del suero. El resultado es un yogur cremoso y digestivo, que constituye un magnífico y saludable substituto culinario de cremas y natas. Siendo muy cremoso, además, resulta mucho más ligero que el yogur griego comercial, sin llevar nata.
¿Cómo se hace?
HAY QUE EMPLEAR EL FERMENTO DE NUESTRO CATÁLOGO DENOMINADO “YOGUR BÚLGARO ORIGINAL”, QUE CONTIENE ESTA CEPA (variedad) distinta DE L. BULGARICUS. Elegiremos la leche entera que más nos guste, de vaca, cabra u oveja, pasteurizada o UHT. Este yogur se elabora a 44 ó 45 grados, en yogurtera con termostato, robot de cocina o al horno. Ver nuestra sección hacer yogur o kéfir con leche. Al cabo de unas 8 horas (a veces un poco más), tendremos listo el yogur. Volcar el mismo en un colador grande de tela o algodón, como el que se emplea para el café. Debajo del colador colocaremos un bote alto, sobre el que pueda caer el suero. Encima del colador pondremos un platito, para que no se contamine el yogur. Podemos meter el bote con el colador en el frigorífico, si nos cabe. También es posible filtrarlo fuera del frigorífico, sin problema. Se puede ir retirando el suero de vez en cuando, o hacerlo al final.
Si lo dejamos filtrar un par de horas, obtendremos un yogur bastante cremoso, sin haber añadido nata. Si lo dejamos 4 ó 5 horas, obtendremos una crema parecida al queso para untar, pero más delicada, digestiva y sobre todo llena de vida; pues las cremas comerciales para untar han sido sometidas al proceso de pasteurización, y por lo tanto las bacterias han sido destruidas. Si el resultado nos parece demasiado cremoso, podemos verter un poquito del suero guardado, hasta encontrar el punto exacto que nos guste. El contenido graso también será más alto que el de un yogur normal, por haber retirado el suero, pero no llevará ninguna grasa añadida externa.
Versión vegana
Siguiendo el mismo procedimientro que acabamos de explicar, se puede elaborar la misma crema, pero con bebida de soja (sin azúcar añadida), empleando también nuestro fermento para Yogur búlgaro original. Tras hacer el yogur de soja, lo colaremos durante varias horas con un filtro de algodón, dejándolo más o menos tiempo, según la textura que busquemos. Con este yogur griego vegano, podemos hacer todos los postres ¡que nuestra imaginación nos dicte!
Recetas con yogur «griego» original (yogur búlgaro colado)
Esta crema (láctea o vegana) se puede emplear para postres, mezclándolo con fresas u otras frutas.
Y también (con yogur lácteo) para el famoso gazpacho Tarator, que se elabora vertiendo algo de agua, sal, pepino cortado en finos daditos, eneldo, ajo y nueces, y se mezcla en una batidora. He aquí las proporciones: 2 yogures griegos sin azúcar (equivalente a 4 yogures antes de colar), 1 pepino (200-250g), 2 dientes de ajo, 200ml de agua, un puñadito de nueces peladas (30g), aceite, sal, pimienta y eneldo.
También se puede hacer el Tarator con el yogur Búlgaro sin colar, empleando algo menos de agua, según la textura que busquemos. Así sólo tendremos que elaborar el yogur y añadir el resto de los ingredientes.
La versión vegana del Tarator todavía no se ha inventado. ¡Puedes ser tú el primero en hacerla!