Hacer kéfir con leche

Verter el contenido completo del sobre o la píldora en una cuchara y dividirlo a ojo a partes iguales entre los botes donde hayamos colocado la leche. Se puede calentar la leche previamente en un cazo hasta alcanzar los 29º o 30 ºC. (opcional). En tal caso, medir bien con un termómetro de cocina. Si emplemaos leche sin calentar, debe estar a temperatura ambiente, no del frigorífico.

Intentaremos mantener de modo regular una temperatura cercana a los 29º C.  Puede elaborarse también a algunos grados más. Pero si la fermentación se produce a una temperatura mucho mayor, se obtendría un kéfir más insípido, menos sabroso. Si la temperatura desciende de los 20 grados durante varias horas, la textura no será la apropiada: no coagularán bien las proteínas. Habría que evitar en general las grandes oscilaciones de temperatura.

Dependiendo del tipo de leche, el proceso durará entre 14 y 20 horas (aunque la resiembra, al estar las bacterias activas, durará entre 6 y 8 horas).  A partir de las 14 horas, iremos probando el kéfir y lo retiraremos cuando se encuentre a nuestro gusto.

Para mantenernos dentro de estos rangos de tiempo, y en una temperatura que ronde los 29º, podemos emplear los siguientes métodos:

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EL HORNO

Precalentándolo al mínimo durante cinco minutos y calentando la leche en un cazo a 29º C. Seguir las mismas instrucciones que para hacer yogur con leche en el horno, pero con una temperatura de comienzo de 29º, en lugar de 45º.

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LA TEMPERATURA AMBIENTE

Se puede aprovechar en primavera, otoño o invierno alguna ventana por la que entre el sol, cubriendo bien el recipiente –no herméticamente- para que no se contamine de partículas externas, ni dé la luz del sol directamente sobre la leche. Hay quien lo coloca también encima del frigorífico o en otro lugar cálido de la casa. En verano, según la zona en la que vivamos, se alcanza una temperatura adecuada prácticamente en cualquier lugar de la casa.

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UNA YOGURTERA NORMAL O CON REGULACION DE TEMPERATURA. ALGUNOS ROBOTS DE COCINA (CON TERMOSTATO A PARTIR DE 30º)

Buscamos mantener una temperatura regular en torno a los 30 º C.

Si la temperatura de nuestra yogurtera es regulable, ajustarla a 29º o 30 º.

Si nuestra yogurtera  no es regulable, para descender hasta los 30º  (ya que las yogurteras suelen trabajar a 40º), retiraremos los vasitos de la misma y colocaremos botes altos (de unos 15 o 20 cm. aprox., no importa el diámetro), con su correspondiente tapa -sin enroscar-, y con un paño de cocina encima.  Podemos poner también en la base de estos botes una tapa de plástico si queremos, a modo de aislante (opcional). Si medimos la temperatura con un termómetro de cocina, observaremos que, al ser más altos los botes, la temperatura desciende considerablemente. Entre los 27º y 33º C se hará bien el kéfir.

Si tenemos un robot de cocina con un termostato que nos permita bajar la temperatura hasta 29º ó 30º, colocarlo en esa posición.

Nuestro kéfir liofilizado no produce nada de alcohol, siendo esto una ventaja para las personas con el hígado delicado, los bebés y las mujeres embarazadas. Al no tener levaduras, el sabor será más suave y menos ácido que el de otros kéfires (y también más sano) .

Para elaborar la siguiente tanda de kéfir (RESIEMBRA), añadir 5 ó 6 cucharadas soperas rasas de un kéfir ya hecho por cada litro de leche. El proceso de fermentación será ahora más breve -6 ó 8 horas-, y se podrá repetir un máximo de 4 ó 5 veces, para mantener la pureza y el efecto probiótico de las bacterias.

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